En el cenador del domingo tuvimos unas croquetas ricas ricas, una empanada y un queso que estaba de muerte, de nuevo magdalenas de chocolate, un seitán divino, unas mini hamburguesas que no veas, un puré de patatas para chuparse los dedos y un zumito de tomate refrescante.
Bueno bueno, es que cada cenador que pasa la comida está mejor, no sólo difundimos el veganismo, ¡también debemos de estar creando una escuela de chefs!
Con el dinero recaudado hemos decidido apadrinar a un animal del santuario Wings of Heart (http://wingsofheart.org/) :)